Hans-Georg Gadamer
Por: Alejandra Bonilla
(Marburgo, Alemania, 1900) Filósofo alemán. Se licenció con una tesis doctoral en filosofía que dirigió Martin Heidegger en Friburgo (1922). Enseñó estética y ética en su ciudad natal (1933), en Kiel (1934-1935) y de nuevo en Marburgo, donde fue nombrado profesor extraordinario (1937). Dos años más tarde consiguió una cátedra en la Universidad de Leipzig, para trasladarse luego a las universidades de Frankfurt del Main (1947-1949) y Heidelberg (1949). Llegó a ser profesor emérito en 1968. Su obra más importante, Verdad y método (1960), fijó los presupuestos y objetivos de la corriente hermenéutica, según la cual no existe elmundo, sino diversas acepciones históricas de mundo. A pesar del relativismo que conlleva esta concepción, Gadamer remite siempre en sus escritos a una convergencia última en la que es posible la comunicación y la expresión de un sentido. También escribió Pequeños escritos (1967) y Diálogo y dialéctica (1980), un compendio de ensayos sobre los diálogos de Platón.
Para Gadamer el lenguaje, es entendido como agente existencial mediador de la experiencia hermenéutica y por ende del conocimiento. El lenguaje fusiona el horizonte pasado con el presente. Que está en proceso constante de formación, dentro del presente se ubica el intérprete, que tiene la posibilidad de comprender y de poseer prejuicios, que son puestos a prueba cotidianamente. Mientras que en el pasado, se destaca el texto y la tradición. Entonces el conocimiento juega un papel importante en la hermenéutica de Gadamer, en cuanto propone que:
"Explicar lo que ocurre en esta operación humana fundamental del comprender interpretativo: este se nos aparece ahora como una experiencia antropológica, es decir, como experimento de realidad".
"El horizonte no se forma pues al margen del pasado. Ni existe un horizonte del presente en sí mismo, ni hay horizontes históricos que hubiera que ganar. Comprender es siempre el proceso de fusión de estos presuntos «horizontes para sí mismo»". Y admite Gadamer que esta fusión se da en el constante dominio de la tradición, ya que en ella lo antiguo y lo novedoso se conjugan y crecen equilibradamente (Pastorni, 2011).
Para Gadamer (citado en Pastorini, 2011), el comprender no es tanto una acción de alguien, cuanto más bien insertarse en lo que se ha vivido mediante la transmisión histórica, en la que se logra la síntesis del pasado y el por-venir.
Por lo tanto hay tres ejes fundamentales:
La comprensión | El diálogo | Interpretación y tradición | Los prejuicios y la tradición |
La comprensión consiste en un rescate del sentido que comparten los seres humanos en el ámbito de la historia y la tradición. La comprensión existe siempre en el seno de la tradición, porque en su interior se desarrolla una dinámica a la que merece la pena prestar atención. La comprensión es un proceso de interpretación que se encuentra en el horizonte de la conciencia histórica. | El diálogo permite visualizar el contenido de la tarea hermenéutica y el horizonte desde el que podemos entender la comunicación humana y sus realizaciones. El diálogo tiene una estructura precisa que es el juego de la pregunta y la respuesta. La pregunta: Preguntar es la forma inicial de producir conocimiento. Preguntar significa poner al descubierto lo dado y proponer un recorrido en dirección al conocimiento. La respuesta: La pregunta nos indica dónde hay que encontrar las respuestas y revela una actitud proclive a la sorpresa. . El horizonte de la pregunta contiene muchas respuestas posibles, de ahí la importancia de comprender los interrogantes para avanzar en el descubrimiento de las respuestas. | La comprensión hay que considerarla desde dentro, pues se trata de un diálogo en el seno de la tradición. Así, se observan dos aspectos: La interpretación de una tradición es parte de esa tradición, y esto significa que una tradición sólo se puede interpretar desde ella misma. La tradición no es una fatalidad ni actúa como un límite restrictivo; representa una forma de superación histórica en tanto en cuanto pueden inaugurarse nuevos caminos. La tradición no entra en conflicto con la razón, sino que encuentra su poder y su dignidad cuando se funda en la racionalidad. | Para Gadamer los prejuicios no son negativos, por cuanto propone que: Los prejuicios forman parte de las tradiciones y son el contenido de ellas. Afirmar que los hombres se hallan instalados en prejuicios quiere decir que residen en una tradición histórica en la que han nacido y se han desarrollado, y dentro de la cual es posible el diálogo y la comunicación. Los prejuicios y las tradiciones son los elementos básicos para configurar un nuevo modo de comprensión que trata de articularse con la idea de razón. Los prejuicios y la tradición no cierran necesariamente el campo de la comprensión, sino que más bien abren y ofrecen nuevas posibilidades para acceder al sentido de todas nuestras experiencias. |
Referencias
Pastorini, H. (2011). La Filosofía Hermenéutica de Hans-Georg Gadamer. Artículo extraído de http://www.monografias.com/trabajos10/gadam/gadam.shtml el 12/11/2011
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